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Brasil ya comercializa un poroto transgénico

Los nuevos cultivares son resistentes al virus del mosaico dorado del poroto, un patógeno que provoca cuantiosas pérdidas a la agricultura brasileña

Si bien Brasil es la segunda potencia mundial en la producción de cultivos transgénicos después de los Estados Unidos, este nuevo poroto es un cultivo 100% desarrollado localmente por científicos de la empresa estatal EMBRAPA.

Desde la década de 1960, los investigadores de EMBRAPA han buscado cultivares de porotos con resistencia natural al virus del mosaico dorado del poroto (BGMV/Bean Gold Mosaic Virus). Este patógeno es transmitido por la mosca blanca y provoca pérdidas estimadas en 300.000 toneladas anuales, suficientes para alimentar a 15 millones de personas. Solo se habían logrado identificar cultivares con resistencia parcial y no adaptados a las condiciones brasileñas, por lo que el EMBRAPA decidió invertir en biotecnología y obtener un cultivo GM resistente al BGMV, utilizando la tecnología de RNA de interferencia (iRNA), un mecanismo de defensa natural en las plantas que silencia genes. En la década de los 90 ya se había tenido éxito con la papaya hawaiana, donde la modificación genética mediante la interferencia del ARN salvaría a los agricultores de la isla del virus de la mancha anular de la papaya.

En este caso, el mecanismo de modificación con el RNA de interferencia funciona como una “vacuna” para los cultivos. Un fragmento de DNA del virus se inserta en el genoma de la planta, con el objetivo de hacer que produzca pequeñas moléculas de RNA bicatenario -conocidas como RNA interferente pequeño (small interfering RNA/ siRNA) que silencian el gen rep viral, un gen clave para el ciclo de replicación del virus. Como consecuencia, el virus no puede expresar este gen, su replicación viral se interrumpe y las plantas se vuelven resistentes al virus. Cabe señalar que este método de silenciamiento de genes es un mecanismo natural de la planta.

Una planta de poroto normal que está infectada generará siRNA, pero no en condiciones o niveles para hacer frente al patógeno. Con la ingeniería genética, se anticipa y adapta este sistema natural para que se active en el momento en que el virus ingrese a la planta y se defienda de manera efectiva.

La mosca blanca adquiere el virus de las plantas, pero el virus no se replica en la mosca, sino en las plantas. Cuando se colocan moscas virulíferas en plantas modificadas, la carga viral disminuye en la mosca, ya que libera el virus y no tiene lugar para absorber más. Cuando el insecto ya adquiere el virus, comienza a transmitirlo a lo largo de su vida.

Antes del nuevo poroto transgénico, los únicos métodos de control de BGMV eran el manejo cultural, el control biológico y el uso de pesticidas para controlar el hospedador del virus -la mosca blanca- con escasos resultados. En algunos supermercados brasileños, ya es posible comprar el nuevo poroto, que lleva el etiquetado GM correspondiente según lo exigen las regulaciones locales. Alrededor del 70 por ciento de los porotos de Brasil son producidos por pequeños agricultores, que a menudo pierden entre el 40 y el 100 por ciento de su cosecha debido al virus. En un esfuerzo por controlar la mosca blanca que propaga la enfermedad, los agricultores a menudo aplican insecticidas de 15 a 20 veces durante la temporada de crecimiento.

Brasil es el segundo mayor productor de cultivos biotecnológicos del mundo con 104 eventos aprobados y 53 millones de hectáreas plantadas con cultivos transgénicos, principalmente soja, maíz y algodón.

El EMBRAPA continúa trabajando en mejorar este poroto brasileño y ya están integrando nuevas tecnologías de edición de genes para darle mayor tolerancia a la sequía, entre otras características fenotípicas. También están incorporando el desarrollo de nuevos cultivos, como la lechuga transgénica y el ricino.

El poroto pinto producido en Brasil será destinado al consumo local exclusivo, a diferencia de otras variedades, lo que facilitó su lanzamiento comercial.