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Un modelo matemático permite prevenir el botulismo por alimentos refrigerados industriales

El software fue desarrollado por el National Food Institute de Dinamarca y está disponible gratuitamente

Durante años, los productores de alimentos que elaboran algunos alimentos refrigerados listos para consumir han tenido que seguir una serie de pautas para detener el crecimiento de la bacteria Clostridium botulinum y la producción de su neurotoxina letal.

Las toxinas de C. botulinum son producidas por la bacteria en los alimentos, si las condiciones del mismo se lo permiten y pueden causar una enfermedad grave, el botulismo.

Para los productos refrigerados, las pautas para el control de C. botulinum indican que el agua contenida en los productos debe tener un contenido de sal de al menos el 3,5%. Esto obstaculiza los esfuerzos para desarrollar productos reducidos en sal, que beneficiarían la salud pública, ya que la mayoría de los consumidores consumen sal en exceso.

Los productores de alimentos pueden disponer ahora de un modelo matemático desarrollado en el National Food Institute, Technical, University of Denmark, para asegurarse de que sus productos no causen botulismo. Según sus autores, es el modelo más completo en su tipo. El nuevo modelo puede predecir si una composición determinada del producto refrigerado puede prevenir el crecimiento de C. botulinum y la producción de sus toxinas.

La descripción del trabajo y el desarrollo del nuevo modelo está publicado en el International Journal of Food Microbioogy. Según el National Food Institute, varios grandes productores de alimentos se han puesto en contacto con el fin de que se pruebe la seguridad de sus productos utilizando el modelo.

El modelo es el más completo de su tipo en el mundo y puede mostrar cómo la temperatura de almacenamiento, el pH, la sal y el uso de cinco conservantes diferentes (ácidos acético, benzoico, cítrico, láctico y sórbico) afectan el crecimiento bacteriano potencial y la producción de la toxina. Los modelos anteriores habían incorporado el efecto de menos factores.

El modelo se desarrolló originalmente para su uso en productos pesqueros. Sin embargo, los investigadores han establecido que se puede utilizar también para evaluar la seguridad productos a base de aves. El trabajo futuro en el modelo incluirá otros alimentos como productos cárnicos y vegetales.

El siguiente paso es incluir el nuevo modelo de C. botulinum en el software de predicción de la seguridad y el deterioro de los alimentos (Food Spoilage and Safety Predictor o FSSP) del instituto. El programa FSSP ya contiene varios modelos que pueden predecir el crecimiento de microorganismos causantes de enfermedades como Listeria monocytogenes, así como algunas bacterias de descomposición. Desde que se introdujo el programa FSSP en 1999, más de 17.000 empresas, instituciones y autoridades de más de 100 países lo han utilizado. El programa fue desarrollado por el profesor Paw Dalgaard y está disponible gratuitamente.