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Aumenta el consumo mundial de insectos comestibles

El mercado mundial de proteínas de insectos se valoró en US$ 152,2 millones en 2018.

Según la FAO, los insectos son el grupo de animales más diverso y se encuentran en casi todos los ambientes. Incluyen más de un millón de especies y representan más de la mitad de todos los organismos vivos reconocidos. Por lo tanto, es probable que su uso como fuente de proteína alternativa crezca en los próximos años.

La población mundial superaría los 9 mil millones para 2050, en consecuencia, la producción de alimentos debe aumentar en un 70%. Existirá una creciente demanda de proteínas producidas de forma sostenible y de alta calidad para alimentar humanos y animales. En muchas partes del mundo, los insectos son parte de la comida habitual.

En el 2017 la UE aprobó las proteínas de insectos de varias especies para la piscicultura y podría proporcionar una solución para alimentar a otros animales en el futuro. La normativa Novel Food, la ley que regula la importación de nuevos alimentos a la Unión Europea entró en vigor en enero de 2018. Fue cuando se aceptó el consumo y venta de insectos en Europa.

EE.UU., Canadá, Nueva Zelanda y Australia también autorizan la importación y venta de insectos comestibles que cumplan con los requisitos establecidos por las autoridades. Las cadenas de supermercados Walmart, Carrefour y Sainsbury’s, o Amazon han incorporado insectos comestibles envasados a su oferta de alimentos para consumo humano.

Europa es un mercado regional importante que satisface su creciente demanda de proteínas a través de las importaciones procedentes de los países de Asia y el Pacífico, principalmente China. Los fabricantes europeos han comercializado alrededor de 1.000 toneladas de proteína de insecto en total. Hoy en día, solo el mercado de alimentos acuícolas consume aproximadamente el 50% de la alimentación animal europea hecha de insectos y se espera que aumente. América del Norte tiene la segunda mayor participación de mercado.

Los productos alimenticios a base de insectos podrían tener un mercado similar al de la harina de pescado y la soja, que actualmente son los componentes principales utilizados en las fórmulas alimenticias para la acuicultura y la ganadería. También aportarían proteínas reemplazando la carne en muchos países en desarrollo. Su valor nutricional sería igual o mayor que el de la carne.