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Fabimicina, un nuevo antibiótico contra bacterias gramnegativas resistentes

Se trata de un antibiótico que puede ingresar y acumularse con éxito en las bacterias gramnegativas

El aumento de bacterias resistentes a los antibióticos crea una crisis sanitaria mundial. Las superbacterias resistentes a numerosos antibióticos amenazan la medicina moderna y la capacidad de realizar cirugías y trasplantes de órganos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye que una de las mayores amenazas para la salud mundial y la seguridad alimentaria es la falta de nuevos antibióticos. Según un estudio reciente publicado en The Lancet, los 1,27 millones de personas muertas por bacterias resistentes a los antibióticos en 2019 superan la cifra anual de personas con VIH o malaria.

En 2017, la OMS identificó una lista de bacterias que representan una amenaza importante para la salud humana y requieren nuevos antibióticos. La lista incluía bacterias que tienen una necesidad crítica, como Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y Enterobacteriaceae. La mayoría de los patógenos enumerados por la OMS son bacterias gramnegativas.

La causa más aparente de la resistencia a los antibióticos es el uso indebido y excesivo de estos medicamentos en la clínica humana. Otra fuente de resistencia a los antibióticos son los animales de granja cuando son tratados en forma preventiva con antibióticos ante un brote infeccioso.

Pew (The Pew Charitable Trusts) una organización global no gubernamental, estima que existen 43 nuevos antibióticos en desarrollo. Quince están en ensayos clínicos de fase 1, 13 en fase 2, 13 en fase 3, y dos ya tienen nuevas solicitudes de aprobación. Al menos 19 antibióticos en desarrollo clínico pueden potencialmente tratar infecciones causadas por las bacterias ESKAPE (Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y Enterobacter spp).

Según el trabajo, publicado recientemente en ACS Central Science, un nuevo antibiótico, la fabimicina, se acumula con éxito en las bacterias gramnegativas, La membrana externa y las bombas de eflujo de estos patógenos impiden que muchos antibióticos alcancen ese objetivo. La investigación se centró en la enzima FabI, responsable de catalizar el paso determinante de la velocidad en la biosíntesis de ácidos grasos bacterianos.

La actividad antibacteriana de la fabimicina se probó frente a un panel de más de 200 aislados clínicos gramnegativos resistentes a múltiples fármacos. Los autores califican como impresionante la actividad de la fabimicina contra Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y Acinetobacter baumannii. La fabimicina demostró una alta especificidad para las bacterias patógenas frente a la microflora normal. Este hallazgo sugiere que la fabimicina podría ser menos dañina para la microflora intestinal que los antibióticos típicos de amplio espectro.

Al igual que el ácido fusídico y algunos otros antibióticos, el avance de esta clase de inhibidores de FabI se ha visto complicado por la estabilidad excepcionalmente pobre de estos compuestos en el plasma de ratón. Dada la actividad prometedora de la fabimicina en modelos de infección en ratones y los datos alentadores de que la fabimicina es mucho más estable en plasma humano y de rata, es razonable creer que la eficacia de la fabimicina puede mejorar a medida que se usa para tratar infecciones en organismos superiores.

En particular, los inhibidores de FabI han avanzado a ensayos clínicos para infecciones por Staphylococcus aureus, pero no para infecciones causadas por bacterias gramnegativas. La potencia de la fabimicina, combinada con la muy baja frecuencia de resistencia, ofrece excelentes perspectivas para su incorporación a un ensayo clínico en humanos como siguiente paso.