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Dengue: sobre reinfecciones y vacunas

América Latina registró el mayor número de casos en su historia en 2019.

Los casos confirmados de dengue en Argentina en la temporada 2019-2020 superaron a los registrados en el brote 2015-2016.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2019 se notificaron más de 3 millones de casos de dengue en América Latina, el mayor número registrado en la historia para la región.

Brasil fue el país más afectado, con 2.201.115 casos, mientras que países limítrofes como Bolivia y Paraguay tuvieron 16.193 casos y 11.237 casos, respectivamente. Argentina contabilizó 3.209 infecciones. Pero más allá de estos números, se estima que por cada persona con síntomas clínicos se infectan entre 8 y 15 más que continúan el ciclo de transmisión.

Los síntomas del dengue pueden incluir fiebre elevada, intensos dolores de cabeza, musculares y articulares, náuseas, vómitos, y erupción cutánea. En los casos graves se producen hemorragias internas que ponen en riesgo la vida del paciente.

El virus del dengue, que pertenece a la familia Flaviviridae, se transmite por mosquitos hembra de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, por A. albopictus. Estos mosquitos también transmiten la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus de Zika. En Argentina al Aedes aegypti se lo encuentra desde el norte del país hasta la provincia de Neuquén incluida.

El virus del dengue tiene cuatro serotipos: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. Es muy importante tener en cuenta que cuando una persona se recupera de la infección adquiere inmunidad de por vida contra el serotipo en particular. Sin embargo, la inmunidad cruzada a los otros serotipos es parcial y temporal. Las infecciones posteriores causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer el dengue grave. Esta particularidad del dengue resulta en el riesgo de contraer nuevamente la enfermedad en zonas de circulación de más de un serotipo.

Según datos de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud, en 1965 se certifica la erradicación de Aedes aegypti de la Argentina. En 1986, se corrobora la reinfestación del territorio argentino con presencia del vector.  En 1998, se reporta dengue post- erradicación. Desde entonces hay circulación viral y aumento de la dispersión del vector.

En Argentina, desde la Semana Epidemiológica (SE) 31 de 2019 hasta la SE 20 de 2020, se notificaron al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud 78.348 casos con sospecha de dengue, 41.689 casos fueron confirmados por laboratorio o nexo epidemiológico, sin antecedente de viaje, y 1.860 casos se encuentran aún en investigación. Hasta ese momento, 71 % correspondió a DEN-1, 27% a DEN-4 y 2% a DEN-2.

Varias vacunas están en desarrollo, pero solo una ha sido aprobada en varios países. Se trata de Dengvaxia (CYD-TDV), fabricada por Sanofi Pasteur, que ha sido aprobada en 19 países hasta el momento, entre ellos México, Argentina y Brasil, dentro de Latinoamérica. En Argentina está aprobada desde marzo de 2017 aunque no se aplica.

Durante una campaña de vacunación en Filipinas, el país debió suspender su aplicación luego de observarse que podía empeorar casos de dengue en personas que no habían sufrido una infección previa. Por ese motivo, en abril de 2016 la OMS publicó una recomendación condicional para su uso solo en zonas en las que el dengue es muy endémico. Se estima que en esas zonas la mayoría de las personas ya han tenido una primera infección a los 9 años, edad más temprana en la que se puede administrar la vacuna.

Para la OMS, la estrategia para los países que estén pensando en incluir la vacunación en sus programas de control del dengue requiere una evaluación cuidadosa en el ámbito nacional, teniendo en cuenta la sensibilidad y especificidad de las pruebas disponibles para diagnóstico y las prioridades locales, los datos epidemiológicos, las tasas de hospitalización por dengue en el país y la asequibilidad tanto de la vacuna CYD-TDV como de las pruebas de diagnóstico.