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Con biología sintética se pueden lograr productos alternativos al aceite de palma convencional

Nuevas empresas impulsan el desarrollo de aceite de palma sostenible mediante fermentación de precisión

Según la consultora Imarc Group, el mercado mundial de aceite de palma alcanzó los USD 53,1 mil millones en 2022, y la demanda sigue creciendo. Numerosas industrias, entre las que se encuentran la alimentaria, de cosméticos y de energía, necesitan del aceite de palma para formular sus productos.

La mayor parte del aceite de palma convencional proviene de plantaciones en el sudeste asiático, donde se lo ha señalado como responsable de deforestación. Esto ha conducido a la Unión Europea a adoptar regulaciones que restringen o multan provisionalmente los productos importados de áreas de alto riesgo de deforestación. Aunque el aceite de palma es uno de los ingredientes más difíciles de reemplazar para la industria, nuevas empresas biotecnológicas están impulsando la búsqueda de una alternativa económicamente viable y sostenible a través de la biología sintética

C16 Biosciences, con sede en Nueva York, ha desarrollado una plataforma para descarbonizar productos de consumo a través de aceites y grasas de próxima generación, su primer producto es una alternativa al aceite de palma. Usan una cepa de levadura patentada que cultivan mediante fermentación de precisión para producir lípidos. Palmless es su primera alternativa al aceite de palma. También Xylome, en Winsconsin, aprovecha la fermentación con levaduras para producir Yoil, su producto alternativo al aceite de palma.

A diferencia de las anteriores, NoPalm Ingredients, establecida en Wageningen, Países Bajos, está reciclando desechos agroalimentarios. Usando levaduras producen diversos aceites y grasas sobre sustratos que contengan azúcares, ácidos orgánicos o alcohol, lo que aseguran los hace más competitivos en costos.

Más del 95% del aceite de palma utilizado para productos de consumo es aceite de palma blanco refinado. Para ser adoptado a escala comercial, cualquier reemplazo debe tener alto rendimiento y pureza y una viabilidad económica que supere la del mercado actual.

Las alternativas al aceite de palma requieren inversiones y tecnología, mientras que el aceite de palma convencional requiere mucha mano de obra, por lo que los cambios probablemente serán progresivos, en la medida que se logren acuerdos entre los diferentes actores de la cadena de producción y la demanda.