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Bacterias y hongos se suman a las fuentes de proteínas alternativas

Los fermentación microbiana posibilita una producción más sustentable.

Los microorganismos posibilitan la fabricación de las proteínas que ya consumimos de una manera más eficiente e innovadora: la fermentación microbiana.

La producción de alimentos debe satisfacer las necesidades de una población mundial en crecimiento, que, según las Naciones Unidas, pasará de los 7 700 millones actuales a 10 000 millones en 2050. La tecnología debe enfrentar este desafío, no solo en términos de cantidad, sino que esa producción debe ser sostenible y afrontar los desafíos que plantea el cambio climático.

La carrera para encontrar la próxima fuente de proteína alternativa es intensa. El consumo de las carnes alternativas de origen vegetal y las carnes cultivadas de origen animal producidas en laboratorio se está expandiendo, pero deben reducir sus costos. Pero no aborda los problemas de capacidad de producción de alimentos, de seguridad alimentaria y la capacidad de recuperación del sistema de producción de alimentos

Está surgiendo una nueva ola de nuevas empresas innovadoras, que utilizan algas, levaduras, hongos, biomasa, e incluso aire, para crear fuentes alternativas de proteínas

Se pueden modificar genéticamente microorganismos para que produzcan proteínas animales utilizando la fermentación microbiana. Estos procesos se vienen utilizando hace años en la producción de insulina, o la quimosina que reemplazó al cuajo animal. Últimamente, varias startups desarrollaron proteínas lácteas (Perfect Day), clara de huevo (Clara Foods) y colágeno (Geltor). El mismo método se usa para obtener cantidades de la molécula heme de la raíz de la soja que se usa en las carnes vegetales.

Pero la tecnología avanza hacia un sistema de producción de alimentos completamente nuevo, principalmente basado en microbios comestibles, alimentos derivados de microorganismos como bacterias, levaduras, hongos o microalgas,

A diferencia de la proteína vegetal, la proteína microbiana se puede producir independientemente de factores como el clima y extensas áreas de tierra, lo que responde a la necesidad de sostenibilidad actual. Son notablemente autosuficientes, resistentes y crecen extremadamente rápido. Y podrían consumir compuestos orgánicos comunes como hidrocarburos, alcoholes y ácidos orgánicos.

La alimentación basada en microbios significa que podríamos obtener una fuente de proteínas a partir de microorganismos que no dependan de la luz solar. Nuestra dependencia de ella dificulta la producción de alimentos, tanto para humanos como para ganado, en regiones con luz diurna limitada, y también depende mucho del clima, que será cada vez más afectado a medida que avance el calentamiento global.

Quorn, originaria del Reino Unido, es pionera en la producción de carne a partir de micoproteínas, obtenidas de un hongo unicelular que es rico en proteínas y fibra y bajo en grasas saturadas. La micoproteína se extrae de una cepa comestible del hongo Fusarium venenatum, que se cultiva en biorreactores con jarabe de glucosa. La compañía informó que las ventas alcanzaron casi USD 300 millones en 2018 y anticipa convertirse en un negocio de mil millones de dólares para 2027. Sustainable Bioproducts también está utilizando microorganismos fúngicos para crear carne

La empresa finlandesa Solar Foods está desarrollando un producto que utiliza solo tres ingredientes: agua, electricidad y dióxido de carbono capturado de la atmósfera, que se utilizan para alimentar una cepa de bacterias encontradas en Finlandia que produce un producto proteico completo llamado Solein.

La startup NovoNutrients, con sede en California, utiliza emisiones industriales de dióxido de carbono para hacer un alimento para peces con alto contenido de proteínas para su uso en la piscicultura. Todos estos productos requieren menos recursos para producir cada unidad de proteínas y micronutrientes. Para alimentar al mundo de manera sostenible, tendremos que pensar en grande. Y eso puede incluir mirar más a los microbios pequeños y su poder para producir excelentes proteínas y alimentos ricos en nutrientes.

Los microorganismos son una fuente de nutrientes que la industria ya está considerando de cara al futuro: un mundo superpoblado que debe afrontar el cambio climático.